viernes, 6 de junio de 2008

Ladran, luego cabalgamos, querido Sancho

Existe, a mi entender, un mal que aqueja a ciertos escritores, cuyo síntoma inequívoco es la aparición de un ego y una vanidad a prueba de un "Enola Gay". Por ello hacen gala de una verborrea farragosa y pseudointelectual. En sus desvaríos se creen poseedores de un talento natural, procedente parece ser, de la divina providencia o algún ángel custodio. Dicho mal, se agrava cuando plantean su oficio como un selecto club, aunque no lo manifiesten expresamente en sus escritos, queda reflejado implícitamente en los mismos, formado por una elite de miembros con derecho de veto en la entrada de un nuevo aspirante. Unos socios aficionados a buscar cualquier excusa para anatemizar al postulante. Con ello, desean perpetuar su supuesto poder en el mundo de las letras e impartir doctrina sobre lo divino y lo humano sin espacio alguno para el contraste de pareceres. Así, algún "escritorzuelo" tras comenzar su carrera literaria se encontrará con las agrias y contundentes respuestas de estos guardianes de la ortodoxia literaria, trasunto del Tribunal de la Inquisición católica, encargados de velar por las esencias del género y señalar a escritores "mediocres" y díscolos. Este "Santo Oficio literario", buscará con ahínco las pruebas demostrativas de sus intereses bastardos. Al no encontrar nada que objetar, se "fabricará" alguna acusación que comprometa gravemente su imagen. Una imputación de plagio tan en boga últimamente parece perfecta. Dicha campaña de intoxicación crecerá multiplicando los comentarios censores sobre el autor del texto y su obra, utilizando para este hecho la técnica en la que Goebbels, jefe de propaganda nazi, fue un consumado experto; una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad respetable, tras el huracán de acusaciones y "pruebas" sin ninguna base en la que no faltaran imputaciones de alta traición. En este punto, los aparentes argumentos racionales caen por su propio peso y son sustituidos por unas descalificaciones personales, realizadas por sujetos en claro estado de crispación nerviosa. Tal estado anímico les hace oscurecer el juicio y, con éste, la mesura y la ecuanimidad deseables. Esta turbación posibilita la aparición de artículos de respuesta con frases altamente beligerantes y rayanas en el lenguaje militarista. Incluso se deja entrever en algún que otro comentario la continuación de las "picaduras" al escritor por parte del dichoso "Santo Oficio literario", cuyo fallo condenatorio contra el escritor novato queda fuera de toda duda.
Finalmente comentar de parte del "escritorzuelo sin escrúpulos de pluma mediocre, incapaz de sobreponerse al discurso manido ni a la ortodoxia izquierdista y con demasiado orgullo y presunciones"(halagos y parabienes hacia mi persona del señor César Noragueda) que a raíz de su reiterado consejo para que mi próxima "victima" proveniente de mi pasión por el plagio sea la archiconocida obra cervantina, terminaré esta reflexión con una frase apócrifa atribuida erróneamente a Don Quijote que viene como anillo al dedo: "Ladran, luego cabalgamos, querido Sancho".

4 comentarios:

César dijo...

"El hacer bien a villanos es echar agua al mar".

MIGUEL DE CERVANTES, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.

Que no Avellaneda.

Anónimo dijo...

Esto cada vez se parece más al Tomate, textos de crítica en lugar de artículos interesantes. Pensaba, Sr. Reilly, que usted iba encaminado a algún programa tipo ``Página 2´´, pero lamentablemente, creo que se está convirtiendo en el becario que habla de los trapos sucios de Ana Obregón en ``Está Pasando´´ xD.

Desde mi humilde opinión, le aconsejo que reconduzca su camino y se olvide de críticas que no le ayudan en absoluto.

Un saludo.

Anónimo dijo...

"Así que, sin más que añadir, ahí va la segunda entrega de… Frases Famosas que Nunca se Pronunciaron.

Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos.

Por lo visto, en el 'Quijote' abundan este tipo de frases “inventadas”. En la primera entrega vimos que la frase “Con la iglesia hemos topado”, aunque se le había cambiado algo su sentido, aparecía más o menos, escrita en el 'Quijote'. Pero en este caso ni tan siquiera eso. Directamente la frase es un invento pues no aparece ni en el 'Quijote' ni en ninguna otra obra de Cervantes".

'Historias con historia'.

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo.
Los escritores, en el fondo, se creen que estan por encima de la gente que apenas sabe leer y escribir.
Los escritores nunca iran al cielo; los politicos tampoco; ni los fontaneros; etc.
Solo los humildes de corazon, que no se sientan ni superiores, ni iguales, ni inferiores, seran los que alcancen la luz.