viernes, 30 de mayo de 2008

Reflexiones de un "plagiador"

He de reconocer para empezar, mi total sorpresa ante la enorme repercusión de una simple semblanza de un peculiar profesor universitario y de la infausta junta directiva de la UMH. En mi supina ignorancia, pensaba que otros temas tratados merecerían un debate más acalorado pero, según parece, es un error más de escritor novel, poco bragado aún, en los intereses del público. Por ello, agradezco a todos, tanto las opiniones elogiosas como las negativas al mismo y el animado debate que se ha producido tras el alumbramiento de mi nueva entrada. Porque como se ha dicho en muchas ocasiones, es agradable que hablen de uno aunque sea para mal.
Pero analizando algunas de las críticas recibidas, dejando a un lado las de carácter personal, llama poderosamente mi atención la total falta de argumentos y pruebas que demostraran, como veladamente se acusa, un supuesto caso de plagio. Por ello y parafraseando a Groucho Marx, no puedo decir que no estoy en desacuerdo con ustedes.
Así, sería deseable tomarnos la molestia de releer tanto el artículo acusado como los textos del señor Noragueda para poder juzgar con conocimiento de causa, pero claro, eso supone contrastar nuestro parecer con la realidad, una molestia que tanto la prensa amarillista como algunos de mis queridos lectores parecen no estar dispuestos a llevar a cabo. Es más cómodo, por supuesto, utilizar epítetos como "vergüenza" o sacar a colación "el libro" de Ana Rosa Quintana a la primera de cambio. De todos modos, agradezco a César que en uno de sus últimos comentarios copiara frases textuales de un artículo suyo sobre el tema en cuestión: al fin encontré las "pruebas" de mi "plagio", al que voy a contestar punto por punto. Se acabaron las difamaciones sin rigor, realizadas desde la ignorancia.
Se me acusa en distintos comentarios de que "todos y cada uno de los datos" proceden de una única fuente, es decir, César Noragueda. Eso es totalmente falso, más bien todo lo contrario. Como supongo que mucha gente seguirá dudando de mi palabra, señalaré cada una de las fuentes de las que me he servido.
En primer lugar, la parte dedicada al profesor Villanueva está sacada de mi propia experiencia mediante frecuentes visitas a la institución académica ya que, gracias a ello, tuve la oportunidad de presenciar una clase de dicho docente en la que profirió la frase entrecomillada en mi texto, seguidas de otras consideraciones, algunas de ellas reseñadas, dedicadas a determinados alumnos del mismo. En aquella aula y ese día en particular, no se encontraba el señor Noragueda y en cambio sí se encontraba el autor de estas líneas. ¿A quién tengo que citar en este caso? ¿A mí mismo? Es obvio que resulta absurdo.
En segundo lugar, el otro gran "plagio" encontrado en mi artículo se refiere al título del mismo. Pues sí, he de reconocerlo: ¡Fuera excusas! La frase "¿Qué diría Miguel Hernández?" no es mía, pero...tampoco del señor Noragueda. Fue una propuesta de mi querida damisela, inquilina de mi corazón desde hace dos años y cuatro meses. Un servidor no tenía nada claro el título del mismo y en una conversación telefónica trasladé a mi pareja el argumento del texto que me disponía a realizar y entre otros, me dio la gran idea del título perfecto para el mismo. Dicha fémina estaba muy atareada en plena época de exámenes y con trabajo extra en casa, como para acordarse de las palabras textuales del señor Noragueda en un artículo de hace meses. En cuanto al artículo que usted esgrime en su comentario como prueba definitiva de mi plagio, he de decirle en mi modesta opinión, claro, que tiene tanto parecido con el final de mi entrada como el mensaje de Jesús de Nazaret y las arengas matutinas diarias en la radio episcopal. Esto es, en apariencia tratan de los mismos temas pero cualquier parecido entre los dos es pura coincidencia, tal y como comenta sarcásticamente en su comentario. Dicho final por mi parte, era una consecuencia lógica de todo lo anteriormente comentado en el mismo. Para empezar, falta en el extracto de su artículo la referencia a los dirigentes universitarios, los cuales nombro expresamente. Tampoco veo que haga referencia al sobrenombre por el que era conocido el poeta. Lo único en lo que podemos coincidir es en citar la muerte de Miguel Hernández, hecho conocido por todos. A mi parecer, muy pocas similitudes para tan alta acusación.
Querido César Noragueda, ¿Por qué no me acusa de plagiarlo en otras partes del texto?, ¿No será que no tiene ningún argumento razonable para esgrimir? En sus comentarios, corríjame si me equivoco, no hace ninguna referencia a la relación existente entre el rector y los distintos gobiernos populares sufridos en nuestra comunidad. Si no ha escrito nada sobre el particular, ya tiene material para otros artículos sobre la UMH y puede estar tranquilo, no le acusaré de plagio, lo puede considerar un regalo de un "alumno" a su "maestro". Ya que, como usted mismo se encarga de recordar, parece estar creando escuela.
Otros comentarios me han acusado de ser poco original en la elección de temas porque de la "UMH" ya se había ocupado con profusión el señor Noragueda. Respetando a quien piense de ese modo, por esa misma regla nadie podría realizar artículos de opinión de temas de actualidad en los medios de comunicación, ya que se perdería la originalidad al referirse muchos de ellos a los mismos temas. Un servidor no podría haber realizado la entrada de las corridas de toros, por poner sólo un ejemplo, porque es algo muy "popular" y seguro que muchas personas han escrito y seguirán escribiendo opiniones homologables a la mía, sin que se pueda acusar a nadie de plagiar un texto de otro. Solo se podría acusar de plagio a aquél que se otorgue como propio, una parte de cualquier texto escrito por otra persona que posea derechos de autor y no lo nombre al menos alguna vez en su artículo. Ahí sí se podría hablar de plagio, situación que no se da en este caso echando un simple vistazo a ambos textos y tras informar de mis fuentes de trabajo. Todo el mundo puede dejar escrito sus pensamientos aunque su tesis pueda coincidir con la expresada por otros, no creo que haya temas "exclusivos", esto es, dignos de ser tratados por una sola persona. Si alguien pensara así me parece que estaría dando un enorme puntapié en el trasero a la libertad de expresión.
Finalmente decir, que todas las entradas de este blog son en exclusiva MÍAS y de nadie más. Mía es la responsabilidad de cada palabra escrita, exceptuando vuestros comentarios, claro, tanto por los aciertos que se puedan encontrar, como por los errores que sin duda también existirán. Me pueden criticar por no estar de acuerdo con la tesis que defiendo, porque esté mal escrita o cometa fallos de ortografía y por ello, no me verán protestar. Pero alzaré mi voz enérgicamente, si se me acusa de algo que puedo demostrar que es falso, como es la acusación en cuestión. Seguiré escribiendo en este blog sobre materias que me motiven a ello, con el único afán de dejar constancia impresa de los mismos y porque es un auténtico placer para mí. No busco las alabanzas y el reconocimiento público de mis posibles lectores. Me doy por satisfecho si consigo con cuaquier artículo mío hacer reflexionar al lector; que comprenda la tesis del mismo y entonces pase a censurar o ensalzar el artículo.

lunes, 26 de mayo de 2008

¿Qué diría Miguel Hernández?

En mis frecuentes visitas a la Universidad Miguel Hernández, conocí a un veterano profesor cuya principal ocupación parecía ser adoctrinar a una audiencia atónita ante sus espesas parrafadas, en muchas ocasiones ininteligibles, sobre lo perverso de toda intervención del Estado en la economía.
Dicho sujeto reía a mandíbula salida con los exabruptos y maldiciones, obsequio de un alumno chistoso y lenguaraz, objeto de sus mofas y acusaciones de tener cierta responsabilidad de algún que otro estado de buena esperanza.
Sus clases normalmente transcurrían contando sus peripecias de prejubilado en Orihuela, comentando los atuendos y escotes de sus alumnas, relatando lo perversos que eran los que pretendían ponerle coto al capitalismo e informando a su vez de las bondades innegables de la doctrina neoliberal, de la cual es un fervoroso adepto.
En una ocasión, comentando la noticía de la inminente salida de una empresa americana de suelo español hacia otro país, con los costes de producción mucho más bajos, su argumentación consistió en acusar al presidente del gobierno de ser el causante del desaguisado "por hacerse pis y caca con los americanos", acogido con estupefacción por una audiencia curtida ya en sus extravagantes exposiciones.
Dicho sujeto en sus periódicas colaboraciones en la prensa provincial, fustiga a quien ose poner en duda los dogmas vaticanos en cualquier materia, da rienda suelta a sus ideas neoliberales en la economía y a menudo piropea sin recato alguno al rector de la UMH. Todo lo dicho anteriormente no significa que dicho profesor sea una "rara avis" en la mencionada institución académica, es secundado por la mayoría de sus compañeros y por el representante máximo de la misma.
El rector, en sus años de mandato, ha conseguido convertir la universidad en un islote retrógrado en el que han ocurrido sucesos tales como la eliminación de un programa de sexo de la radio universitaria por considerar sus contenidos "cuasi pornográficos"; la negación del derecho a protestar a los alumnos por unas elecciones de dudosa legitimidad democrática; censuras a cualquier opinión discrepante tachando a los autores de las mismas de radicales izquierdistas; apartar discretamente a los docentes que no comparten los objetivos e ideología de la jerarquía... Pese a todo esto, el rector y sus acompañantes siguen siendo los amos y señores de una universidad pública que tras más de diez años de su inauguración, se ha convertido en una institución protegida por el gobierno autonómico del PP, que la creó, para confrontarla con la siempre crítica, Universidad de Alicante. Así, nos encontramos que tras su puesta en marcha aún no ha realizado unas elecciones democráticas en las que se pudieran contrastar distintos proyectos para la misma.
Al gran poeta oriolano que le da nombre, llamado "el poeta del pueblo", flaco favor le hacen a su memoria unos dirigentes universitarios que ensucian día a día el buen nombre de quién luchó por unas ideas que le costaron la muerte.

martes, 20 de mayo de 2008

Yo no soy racista, pero...

En las encuestas realizadas en España sobre el fenómeno inmigratorio, una mayoría abrumadora de ciudadanos se declara nada racista. Pero, por las actitudes y los comentarios de muchas personas, podemos colegir que esta opinión para muchos, es una simple pose políticamente correcta, mientras siguen echando la culpa a los inmigrantes llamados "sin papeles" de la mayoría de problemas sociales. Asocian constantemente inmigración y delincuencia, parece que todos nuestros compatriotras fueran almas cándidas y virginales frente al demonio inmigrante, malvado y pendenciero, que viene a robarnos, asesinarnos y, esto sí que duele, quitarnos a nuestras mujeres. Copan nuestros servicios sanitarios, tienen el "vicio" de enfermar y buscar asistencia médica, mientras nuestros gobernantes prefieren invertir nuestro dinero en proyectos faraónicos de autobombo. Les acusan de ser los responsables de la "economía sumergida" existente, cuando son víctimas por tener como empleadores a gente sin escrúpulos, que se aprovecha de su situación para contratarlos como mano de obra semiesclava.
Pese a la ignorancia supina de la que hacen gala, estas personas se muestran contundentes en sus diátribas. Tienden a generalizar. Piensan que de un lado están "ellos": "moros", latinos, negros, chinos...Todos, o casi todos, malignos por naturaleza, pretenden acabar con "nosotros"; los españoles de pura cepa.
Ignoran que somos la consecuencia de la mezcla de muchas culturas y tradiciones distintas. "Ellos" sienten, padecen y sufren como "nosotros", porque son como "nosotros", no nos distancia nada relevante. Por ello, resultan tristes propuestas de leyes como la del gobierno de Berlusconi en Italia, claramente racistas, que van contra personas como "nosotros". Mientras tanto, seguimos escuchando: "No soy racista, pero...".

miércoles, 14 de mayo de 2008

Con la Iglesia seguimos topando

Desde hace un tiempo, a la Cúpula de la Conferencia Episcopal le preocupa el acoso y derribo que, vociferando exasperadamente, dicen ser objeto por parte del gobierno socialista. Es curioso, cuanto menos, que durante casi cuarenta años no alzaran su voz para defender al pueblo español, que soportó fusilamientos, cárcel, exilio, hambre y falta de libertades, por parte de un señor bajito y regordete, que era llevado bajo palio por unos obispos que se mostraban sumisos, ante un régimen que les concedía cuantiosos privilegios. En ese momento enmudecieron, miraron hacia otro lado o directamente apoyaron gozosos, las tropelias de la dictadura. Fueron años de represión cultural y de monopolio de la Iglesia en la educación y moral de la sociedad.
Ahora que por fortuna vivimos en una democracia consolidada, los purpurados españoles se quejan del "malvado" presidente Zapatero que ha anunciado que "pretende profundizar en la laicidad del Estado la legislatura entrante". Como diría nuestro Quijote: "Con la Iglesia seguimos topando, querido Jose Luis". La jerarquía eclesiástica patria, participó e incluso promovió activamente, las manifestaciones de los últimos cuatro años a raíz de la aprobación por parte del ejecutivo socialista de grandes leyes de extensión de derechos sociales, como la ley de matrimonios homosexuales o la de Educación para la Ciudadanía.
Mientras, en la radio propiedad de los obispos, un radiopredicador ex maoísta y ahora guía de la derecha extrema, con su verbo ácido y corrosivo anuncia diariamente la llegada del apocalipsis. Aún con todo esto, la religión católica sigue disfrutando de numerosas prebendas por parte de "papá" Estado, como es el caso de la financiación de la misma vía presupuestos generales del Estado, que son otorgados por todos los españolitos de a pie. Esperemos que de una vez por todas, un gobierno sea capaz de plantar cara a unos obispos que parecen añorar los años en que mantenían al país bajo su dominio y en el que paseaban al dictador bajo palio. ¿Hasta cuándo seguiremos topando con la Iglesia?

viernes, 9 de mayo de 2008

La España cañí

Hace unos dias, un grupo de valientes antitaurinos saltaron al ruedo de la plaza de "Las Ventas" para denunciar la salvajada que significa en el siglo XXI, que un país desarrollado siga permitiendo e incluso promocionando, una sesión de tortura brutal y despiadada hacia un animal indefenso que sufre hasta la muerte, con las perversiones a las que se le somete. Lo preocupante de todo esto, dejando a un lado que se lleven a cabo en nuestro país estos vergonzosos espectaculos, es que mucha gente siga estas orgías de sangre y vísceras con devoción, afirmando que "es una tradición hispánica que hay que respetar" o que "el toro no sufre durante la lidia". Argumentos ambos que caen por su propio peso, porque está claro que los toros comienzan su calvario con los desgarros producidos por las banderillas y las puyas y lo acaban a base de repetidas estocadas y el consiguiente encharcamiento pulmonar y asfixía. En cuanto a que es una tradición nacional arraigada en nuestro país, habría que decir que en algunos paises islámicos, los fanáticos que apoyan prácticas horrendas como la lapidación o la ablación, también esgrimen sus costumbres y tradiciones para proseguir practicando estas bestialidades que a todos repugna.
La "fiesta" de los toros nos hace volver la mirada de una España moderna y emprendedora, a otra España en blanco y negro, triste , cerrada en si misma, con los tópicos y las carencias de siempre, amante de la sangre y la muerte. Surge entonces la España cañí de castañuela y pandereta, traje de cola y chaquetilla, mantón y espada.
Un Estado que no actúa cuando un animal es torturado hasta el ultimo súspiro se convierte por su inacción en cómplice necesario del horror. No seamos cómplices nosotros.

miércoles, 7 de mayo de 2008

En tiempo de guerra

A raíz de leer que los primeros presos de Guantánamo van a ser juzgados a finales del mes de mayo, me vino a la memoria un libro que cayó en mis manos hace meses. Se titula "En tiempo de guerra" y narra el caso de ocho saboteadores nazis que en plena II Guerra Mundial, desembarcaron en Estados Unidos con objeto de atentar contra intereses estratégicos del país, misión que fracaso con la detención de todos los participantes en la conjura.El presidente Roosevelt ordenó que fueran juzgados por una comisión militar para así saber de antemano el desenlace: ejecutar a los reos y evitar que fueran juzgados por tribunales civiles mucho más dificiles de corromper. Para asegurarse el éxito de sus pretensiones publicó un decreto por el que se vetaba el acceso a los tribunales americanos a ciertos enemigos, se prohibía el mandato de habeas corpus y cualquier otro recurso judicial. Con estas actuaciones del gobierno, la suerte de los acusados estaba echada. La comisión militar cumplió su deber en la farsa en que se convirtió el juicio, condenó a pena de muerte a seis y a cadena perpetua a los otros dos. La sentencía fue ratificada por el Tribunal Supremo, cuyos miembros eran personas de la máxima confianza del presidente, y se procedió a cumplir la misma.Por la mismas fechas otra decisión del presidente suscito muchas más dudas. El gobierno impuso la evacuación forzosa de las personas de ascendencia japonesa de la costa Oeste en base a una supuesta y vaporosa "necesidad militar". El caso es que, a base de informes falsos y exageraciones interesadas por parte de los militares, se mantuvo a miles de familias en campamentos bajo vigilancia por una inexistente amenaza desde 1942 hasta el año 1946 cuando se desmantelaron.
El autor de la obra, Pierce O´Donnell, esboza los no pocos paralelismos entre estos dos casos coincidentes en el tiempo, con lo que esta pasando actualmente con George W. Bush como inquilino de la Casa Blanca. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el gobierno americano se ha lanzado a una "guerra contra el terrorismo", que ha supuesto la conculcación premeditada y a conciencía de los derechos constitucionales de muchas personas en el propio país y en el extranjero. Así, desde enero de 2002, en la base naval de Guantánamo unos seiscientos ochenta combatientes ilegales siguen encarcelados sin una defensa legal, sin cargos en su contra y sin posibilidad de impugnar el fundamento de su detención ante tribunales civiles americanos. Ademas esta acreditado que la administración Bush esta utilizando la tortura de forma habitual en los interrogatorios a prisioneros, como quedo expuesto a la opinión pública, con la aparición de las fotografías de las vejaciones a los reos en la carcel de Abu Ghraib en Irak y las declaraciones de los liberados de Guantánamo.
No podemos permitir que en nombre de la seguridad nacional o de la necesidad militar, nos recorten poco a poco nuestra libertades civiles, porque esta demostrado que no gozamos de más seguridad cuanto más constricciones soportamos , es más bien al contrarío, cuanto más abierta es una sociedad más seguros estan sus ciudadanos, en contraposición a lo inseguros que se sienten los que tienen la mala fortuna de vivir en sociedades totalitarias donde el orden y el control de todos los ámbitos de la vida es total. Por lo tanto, no sacrifiquemos en nombre de una difusa seguridad, nuestro bien más preciado y que tanto les costo obtener a nuestros antepasados:nuestros derechos civiles, que están en el punto de mira de los terroristas y de muchos gobernantes que esperan que miremos hacia otro lado mientras nos roban los valores por los que,supuestamente, estamos luchando.

domingo, 4 de mayo de 2008

Los patriotas y las "caenas"

Tras la celebración del 200 aniversario del levantamiento de la ciudad de Madrid contra los franceses y de padecer todas estas jornadas la pulsión patriótica de la "lideresa"del PP y sus terminales mediáticas (una patria por supuesto, en la que solo caben ellos y los de su cuerda), un servidor no tiene nada claro si esta fecha debe ser motivo de orgullo y satisfacción o de pena y desasosiego por lo acaecido tras la huída del ejército napoleónico y el regreso del rey más infame de nuestra historia, que supuso la abolición de las libertades constitucionales y el exilio de buena parte de la clase intelectual del país.
Ahora se atiza inmisericordemente desde los púlpitos "liberales" contra todo aquel que intente rehabilitar la imagen de los tan denostados "afrancesados", muchos de los cuales solo buscaban la modernización de España para sacar a ésta del atraso histórico en que se hallaba.
Tampoco es justo exportar a sangre y fuego los avances sociales y políticos, pero llama la atención que algunos "grandes patriotas" condenen por colaboracionistas con el enemigo a personajes ilustrados y amantes de la libertad y por otra parte glorifiquen a quienes gritaban:"Vivan las caenas" tras hacer su llegada a Madrid "El Deseado"

sábado, 3 de mayo de 2008

Caridad cristiana

"Ni sienten, ni padecen, ni entienden"

viernes, 2 de mayo de 2008

¿Estos niños son terroristas para Israel?

Estos niños se llamaban Rudina, Saleh, Hana y Musab. La mayor tenía 5 años y el menor era un bebé de 15 meses. Tenían toda la vida por delante, pero un proyectil lanzado por el ejército de Israel cayó en el tejado de su casa mientras desayunaban causando su muerte instantánea y la de su madre poco después. Esta fotografía horrorosa vale más que mil palabras. Representa en que consiste el conflicto palestino-israelí desde hace ya muchos años: una población indefensa es masacrada indiscriminadamente por uno de los ejércitos más poderosos del mundo sin que la Comunidad Internacional alce su voz para parar de una vez esta sangría humana, bien al contrarío, se sigue apoyando al Estado que incumple reiteradamente resoluciones de la ONU y masacra diariamente al pueblo palestino. Incluso tras esta matanza de niños, un portavoz del gobierno israelí echó la culpa de las muertes a los palestinos porque las milicias armadas palestinas "operan en medio de civiles". Si tal afirmación hubiera sido emitida por Sadam Husein en su época o Fidel Castro, por poner sólo dos ejemplos, ¿Se actuaría del mismo modo? Las voces que ahora enmudecen, ¿Se lanzarían en un solo grito para censurar a tan deleznable régimen? Está claro que los Derechos Humanos se entienden de forma distinta según si quien los pisotea es "amigo" o "enemigo". Un presidente americano dijo una vez al preguntarle sobre un dictador latinoamericano: "Sí, es un hijo de puta, pero es NUESTRO hijo de puta".Mientras tanto, ¿Cuántas Rudina, Saleh, Hana o Musab, morirán?

Propaganda electoral

Sketch mítico de uno de los mejores programas de humor de la televisión en España,Vaya Semanita de la ETB

http://es.youtube.com/watch?v=xHUDHjhFW7Q